En la función especial del 28 de abril, Yo no duermo la siesta volvió a teñir el Teatro Astros de esa luz tenue y misteriosa que solo la infancia verdadera puede producir. La obra de Paula Marull, en su séptima temporada, sigue emocionando con su delicado equilibrio entre la ternura, la crueldad, la risa y el dolor.| El Gran Otro