Aunque los eléctricos sigan generando desconfianza entre buena parte de los conductores, conviene dejar a un lado prejuicios y fijarse en lo que ofrecen en su versión más modesta: la de los urbanos asequibles. Frente al relato oficial de transición ecológica o las campañas agresivas de ciertas marcas, hay argumentos sólidos y verificables que justifican la compra de un coche eléctrico barato para algunos perfiles concretos.| Motor