Las autoridades egipcias y las saudíes continúan aplicando tácticas represivas contra manifestantes opositores y contra activistas que luchan por los derechos de la mujer, respectivamente, mientras la presión de los Estados Unidos hace aumentar la lista de países árabes aliados con Israel y Erdogan y Macron se enzarzan en un nuevo frente con los límites de la libertad de expresión como eje central.