La comunidad internacional anda desconcertada ante las decisiones, aparentemente confusas, de Donald Trump y su equipo, sin embargo, en mi opinión, hay una cierta coherencia en todas ellas: el reconocimiento del fracaso de Estados Unidos como potencia global dominante y el repliegue de su liderazgo.Probablemente el asunto de los aranceles sea el más elocuente. Hace tres décadas, Estados Unidos se sentía la potencia económica vencedora en un mundo con una economía globalizada. Creía que...