Escribiendo en su celda como prisionero político en la Italia fascista después de la Primera Guerra Mundial, el filósofo Antonio Gramsci concibió su famosa frase: “La crisis consiste precisamente en el hecho de que lo viejo está muriendo y lo nuevo no puede nacer; en este interregno aparecen una gran variedad de síntomas mórbidos”. Un siglo después, nos encontramos en otro interregno, y los síntomas mórbidos son evidentes. El orden liderado por Estados Unidos ha llegado a su fi...