El Partido Republicano no lo entiende o no se atreve a entenderlo. Y si pierden las próximas elecciones, en medio de una crisis general que en votos le beneficiaría, será por no acabar de asumir y resolver un problema básico. Suya sería la responsabilidad. La culpa no se la podrán echar a otro, ni siquiera a Trump, que sigue siendo la diana y el comodín bipartidista