Todos los años sucede lo mismo, el olor a alcohol, a pis y a vómito domina el ambiente, mientras se escenifica una expresión grotesca de decadentismo extremo, servilismo hacia el poder estatal y adhesión al capitalismo. Tal es el llamado “día del orgullo gay”. Es una “fiesta” elaborada con lo peor del siglo XX incrustada […] Esta entrada está publicada y la puedes encontrar en Félix Rodrigo Mora.