Los relatos históricos y evidencias arqueológicas de DANAS e inundaciones desde hace miles de años nos muestran la capacidad del ser humano para adaptarse a sus impactos en áreas mediterráneas, fundamentalmente evitando la exposición. Desde el último máximo glacial, hace unos 20.000 años, nuestro planeta vivió un aumento de temperatura de unos 6ºC. El clima más templado, con patrones estables y estacionales, propició condiciones favorables en las que nuestra civilización pudo cr...