Uso la IA todos los días para hacer mi trabajo y aún así me atrevo a decir que la detesto. Detestarla es poco. Casi tres años usándola y siento que ha violado mi creatividad sin reparo. Ojo, que no la uso por gusto, me piden usarla: que disque para ser mas productivo, trabajar más rápido y para que los muy hijos de la gran puta se ahorren uno o dos puestos más de trabajo. Esa es la realidad, pero les encanta disfrazarlo.