El 7,5% de la población española vive fuera de la Península. Los archipiélagos balear y canario y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla acogen a unos 3,6 millones de ciudadanos, a los que las redes de telecomunicaciones de banda ancha fija y de telefonía móvil también deben dar servicio, garantizando calidad y precios competitivos.