El campeón ha vuelto. Jorge Martín está de regreso y, con la misma seguridad que pilota a 360 kilómetros por hora, ha asegurado, en Brno, que no tiene nada de lo que arrepentirse. No ha dicho que lo volvería a hacer, pero casi. Un contundente 'pelillos a la mar'. Y, mañana, vuelta al trabajo tras 96 días lesionado