Lo curioso es que Peugeot no se ha quedado en el simple lavado de cara que a veces vemos en otros modelos, donde cambian los pilotos con alguna otra pijada y ya. Aquí el trabajo ha sido más profundo e implica una aerodinámica revisada, llantas nuevas y hasta colores específicos que consiguen darle una personalidad propia, y es que, aunque hablamos de un coche del segmento C, el 308 siempre ha querido situarse medio escalón por encima, como ese alumno aplicado que además te quita la novi...