Los manglares son ecosistemas estratégicos para la adaptación y mitigación del cambio climático. Actúan como sumideros de carbono azul, protegen las costas de la erosión, regulan el ciclo hídrico y son refugio de una biodiversidad única que sustenta la pesca artesanal y la vida de comunidades costeras. Conservarlos es asegurar el equilibrio entre el océano, el clima y la vida en tierra firme.