Hubo un tiempo en que hablar de coche eléctrico era hablar del Nissan Leaf, y cualquiera que estuviera mínimamente atento al mercado lo sabía. Este llegó cuando todavía sonaba a ciencia ficción pensar en un coche sin motor de combustión, y mientras las demás marcas remoloneaban, Nissan puso un eléctrico en la calle para la gente de a pie, no para cuatro millonarios raros de California. Era “feo”, sí, y su batería se agotaba más rápido de lo que duraba un café con los colegas...