Investigadores de Estados Unidos han creado una estrategia de control de caída para inversores formadores de red que, según se afirma, mejora la estabilidad de la frecuencia del sistema eléctrico. Mediante el uso de una relación exponencial entre la potencia activa y la frecuencia, esta novedosa técnica optimiza el uso del margen disponible, reduce las desviaciones de frecuencia y mejora la resiliencia general de la red.