Entre otras medidas, el Gobierno de Aragón prohíbe “criar aves de corral al aire libre, señuelos con aves, agua para aves de corral de depósitos accesibles a aves silvestres o la exhibición de aves en ferias”, para contener la propagación de la influenza aviar altamente patógena. Las explotaciones avícolas camperas o ecológicas “podrán seguir comercializando sus productos”.