El discurso de Sheinbaum no fue novedoso e incluso contradictorio. Por un lado señalaba los beneficios que había traído consigo el TLCAN, hoy el T-MEC; por otro lado, mencionaba a las estrategias “neoliberales” como las causantes de la migración a Estados Unidos. Su actitud frente a EE. UU. fue amistosa y conciliadora. Astutamente, sacó a relucir que para salir del brete en el que estamos con nuestro vecino es necesario tener más Guardia Nacional.