© Pedro Morazán, 21.04.2025 La muerte de un grande de las letras siempre deja tras de sí un cierto vacío circunstancial. El hecho de saber que todo termina cuando el corazón deja de latir, es particularmente doloroso en el caso de los seres queridos más cercanos. En el caso de un filósofo o de un gran escritor, como Mario Vargas Llosa (MVL) el vacío producido es más bien circunstancial, sino dialéctico ya que la famosa relación entre el “ser y la nada”, formulada por Martin Hei...