Apenas a una hora de Madrid y de Toledo, la estepa manchega maravilla al viajero con uno de esos pueblos desconocidos que se convierten en todo un descubrimiento. Declarada Bien de Interés Cultural, esta villa anclada en el tiempo presume de una de las plazas más bonitas y singulares del país, además de atesorar entre sus calles un rico patrimonio histórico y monumental que permite viajar por siglos de historia. Parada ineludible en la Ruta del Quijote, es mucho más que un paisaje de mo...