Tras un 2024 de fuerte crecimiento, las matriculaciones de vehículos electrificados en Costa Rica muestran un retroceso sostenido en 2025. La escasez de infraestructura de carga y las restricciones regulatorias generan incertidumbre en los consumidores, según advierte la Asociación Costarricense de Movilidad Eléctrica (ASOMOVE).