La demanda energética de los centros de datos está bien documentada. Los centros de datos de inteligencia artificial a gran escala, propiedad de grandes compañías tecnológicas, están ejerciendo una presión aguda sobre la infraestructura energética en Estados Unidos, la capital mundial de los centros de datos, y se espera que muchos más entren en funcionamiento. Existe un debate continuo sobre cómo los responsables políticos, operadores de red, reguladores y la industria energética...