Samita Bajracharya nunca mira a los ojos. No habla con quienes la visitan. Ni demuestra sentimientos. Lo tiene estrictamente prohibido. En público, jamás estallará en carcajadas o se conmoverá hasta las lágrimas. No tiene opción: una chica como ella debe saber de memoria y ejercer sin equivocaciones el estricto libreto de comportamiento que corresponde a ... Leer más