En la isla de Molokai, un pescador hawaiano lanza su red sobre el estanque de Kahina Pohaku, continuando una tradición que se remonta siglos atrás. Estos estanques, conocidos como loko iʻa, son ingeniosas construcciones de piedra que permiten a los peces entrar desde el mar, pero no salir, asegurando un suministro constante de alimento para la comunidad. Su diseño refleja el profundo conocimiento que los antiguos hawaianos tenían de las mareas, los ciclos lunares y el comportamiento de l...