Cuando la NASA decidió afrontar cuerpo a cuerpo a una roca del cosmos, no solo probaba la viabilidad de defender la Tierra, sino que también abría una puerta hacia lo inesperado. En septiembre de 2022, la misión DART (Double Asteroid Redirection Test) logró lo que parecía salido de una novela de ciencia ficción: estrellar deliberadamente una nave de 600 kilos contra un pequeño asteroide llamado Dimorphos, que orbita a su hermano mayor, Didymos. Lo que sucedió después, sin embargo,...