Durante siglos, el ombligo ha sido una cicatriz discreta, casi poética, que nos recuerda la conexión con el vientre materno. Su forma (ya sea hundida o saliente) ha despertado curiosidades y mitos populares Pero el ombligo es una parte anatómica fascinante para la ciencia. Por ejemplo, se ha descubierto que alberga más de 2.300 tipos de bacterias (algunas de ellas sorprendentes, pues habitan también en ambientes marinos), según una investigación de la Universidad Estatal de Carolina ...