La reciente tragedia en Huauchinango, Puebla, evidencia que los llamados "desastres naturales" son en realidad consecuencia de la desigualdad estructural y la exclusión. La población indígena, forzada a migrar y a urbanizar zonas de alto riesgo por falta de oportunidades y vivienda digna, es la más vulnerable. La especulación del suelo y la omisión estatal condicionan un desarrollo urbano que perpetúa la marginación étnica The post Desigualdad, marginación y etnicidad, a propósito ...