Artículo publicado originalmente en El Salto el 2/05/2025 La verdad es que no sabría decir exactamente en qué momento se empezó a torcer todo. Quizá fue cuando dejé de dormir más de tres horas seguidas. O cuando empecé a desayunar de pie, sin pan, sin leche, con el abrigo puesto, por si tenía que salir […]