Poco a poco, la gente se fue marchando de la recién reabierta Taberna Flotante, hasta que solo quedamos Lem y yo. -No has pestañeado siquiera cuando te he hablado del ángel azulamarillo -le dije tras un largo e incómodo silencio. -¿Y por qué tendría que haber pestañeado? -respondió mirándome con […]